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jueves, 10 de mayo de 2012

“La revolucionaria dieta de la zona”


La postura del Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (GREP-AEDN) es desaconsejar el método “dieta de la zona”, así como la difusión o lectura del libro que lo explica.

1) prometan resultados “rápidos”,
2) prometan resultados “mágicos”
3) prohíban el consumo de un alimento o grupo de alimentos,
4) contengan listados de alimentos “buenos” o “malos”,
5) exageren la realidad científica de un nutriente,
6) aconsejen productos dietéticos a los que se atribuyen propiedades mágicas,
7) estén basadas en el consumo de productos dietéticos caros si se comparan con el costo de obtener lo mismo mediante alimentos, y vendidos precisamente por quien propugna dichas afirmaciones dietético-nutricionales,
8) incluyan relatos, historias o testimonios para aportar credibilidad, y
9) contenga afirmaciones que contradigan a colectivos sanitarios de reputación reconocida.

Todos los puntos descritos en el párrafo anterior pueden hallarse en el libro que revisa el presente informe.

1)      Se prometen resultados rápidos: “Si sigues las instrucciones de este libro, todos estos beneficios de encontrarte en la zona los verás hechos realidad al cabo de una o dos semanas”

2) Se prometen resultados “mágicos”: “Sentirse mejor, pensar mejor, rendir más y tener mejor aspecto es un indicador de que te encuentras en la zona”

3) Se prohíbe el consumo de un alimento o grupo de alimentos: “He aquí unas simples reglas que deberás seguir en cualquier tipo de establecimiento […]. Regla nº 1. Nunca comas pan.” o “A la hora del desayuno, cómete una tortilla de tres huevos (pide que te la hagan sólo con las claras o con sucedáneo de huevo) y fruta, pero nada de tostadas […]”

4) Se muestran listados de alimentos “buenos” o “malos”. En este caso: “Fuentes favorables: la mejor elección” y “Fuentes desfavorables: procurar evitar”

5) Se exagera la realidad científica de un nutriente: “[…] los omega-3 influyen en el organismo mediante la síntesis de los eicosanoides, sustancias capaces de producir en varios órganos y aparatos de nuestro cuerpo una eficiencia física y mental mayor y tener menos probabilidades de contraer muchas enfermedades” (p. 78). Pese a lo que sugiere dicha afirmación, la suplementación con omega-3, propugnada por el libro, no ha demostrado aumentar la eficiencia física3 o mental4,5,6, ni tampoco ha demostrado un efecto claro sobre la mortalidad total, los eventos cardiovasculares combinados o el cáncer, tal y como muestra una revisión sistemática de la literatura recientemente publicada en el British Medical Journal7

6) Se aconsejan productos dietéticos a los que se atribuyen propiedades mágicas: “Es recomendable complementar la dieta con una dosis diaria de 2,5 g de Omega-3 RX, que equivale a una cucharada de Omega-3 RX ‘EnerZona” líquido […] El Omega-3 RX te ayuda a alcanzar la Zona, ya que regula la síntesis de los eicosanoides, hormonas reguladoras de los procesos metabólicos.”

7) Las pautas se basan en el consumo de productos dietéticos (caros si se comparan con el costo de obtener lo mismo mediante alimentos), que provienen de la empresa que defiende el método/dieta: “Planifica la compra. Lo que siempre debes tener en casa: […] Omega-3 RX EnerZona en líquido o en cápsulas; Proteína de soja ‘EnerZona’; Proteína de suero de leche ‘EnerZona’; Snack ‘EnerZona’ de 1 bloque; Barritas nutritivas ‘EnerZona’ de 2 bloques; Instant Meal ‘EnerZona’

8) Se incluyen relatos, historias o testimonios para aportar credibilidad: “Piensa en la historia de Mary P., cuya capacidad pulmonar era tan reducida que necesitó un doble transplante para sobrevivir. El año pasado empezó a seguir la dieta de la Zona y ganó una medalla de oro en una prueba ciclista de 20 kilómetros en los Juegos Mundiales para Transplantados”. Hay más “Relatos de la Zona”  como queda patente en esta frase: “Espero que algunos de estos relatos ilustren el potencial de la dieta de la Zona para influir en la salud y el rendimiento”

9) Contiene afirmaciones que contradicen a colectivos sanitarios de reputación reconocida. Por una parte, el método propuesto para calcular las recomendaciones de ingesta de proteína en adultos, niños, atletas o embarazadas,se aleja de las indicaciones de los expertos. Por otra parte, se defiende el índice glucémico como clave en el control de peso corporal, cuando no existen evidencias sólidas al respecto, según un reciente documento editado por la FAO/OMS10 y una reciente revisión de la literatura al respecto11. Asimismo, se restringe el acceso a muchas fuentes de hidratos de carbono (incluyendo a los complejos), culpándolos de la epidemia de obesidad, cuando no existen evidencias suficientes al respecto, tanto según indica la FAO/OMS10, como según concluye una revisión de la literatura que analizó 2.609 estudios12 y como según afirma una reciente revisión sistemática llamada “Influencia del consumo de pan en el estado ponderal”. Por último, en el libro se declara que la insulinorresistencia viene determinada por el grupo sanguíneo  cuando ningún colectivo sanitario



Toda esta información fue buscada por el grupo de estudiantes que estudia en la florida, en un grado superior

5trainers

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