La postura del
Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas
(GREP-AEDN) es desaconsejar el método “dieta de la zona”, así como la difusión
o lectura del libro que lo explica.
1) prometan resultados “rápidos”,
2) prometan resultados “mágicos”
3) prohíban el consumo de un alimento o grupo de alimentos,
4) contengan listados de alimentos “buenos” o “malos”,
5) exageren la realidad científica de un nutriente,
6) aconsejen productos dietéticos a los que se atribuyen propiedades
mágicas,
7) estén
basadas en el consumo de productos dietéticos caros si se comparan con el costo
de obtener lo mismo mediante alimentos, y vendidos precisamente por quien
propugna dichas afirmaciones dietético-nutricionales,
8) incluyan relatos, historias o testimonios para aportar
credibilidad, y
9) contenga
afirmaciones que contradigan a colectivos sanitarios de reputación reconocida.
Todos
los puntos descritos en el párrafo anterior pueden hallarse en el libro que
revisa el presente informe.
1)
Se prometen resultados rápidos:
“Si sigues las instrucciones de este libro, todos estos beneficios de
encontrarte en la zona los verás hechos realidad al cabo de una o dos semanas”
2) Se prometen resultados “mágicos”:
“Sentirse mejor, pensar mejor, rendir más y tener mejor aspecto es un indicador
de que te encuentras en la zona”
3) Se prohíbe el consumo de
un alimento o grupo de alimentos: “He aquí unas simples reglas que deberás
seguir en cualquier tipo de establecimiento […]. Regla nº 1. Nunca comas pan.” o
“A la hora del desayuno, cómete una tortilla de tres huevos (pide que te la
hagan sólo con las claras o con sucedáneo de huevo) y fruta, pero nada de tostadas
[…]”
4) Se muestran listados de
alimentos “buenos” o “malos”. En este caso: “Fuentes favorables: la mejor
elección” y “Fuentes desfavorables: procurar evitar”
5) Se exagera la realidad científica
de un nutriente: “[…] los omega-3 influyen en el organismo mediante la síntesis
de los eicosanoides, sustancias capaces de producir en varios órganos y
aparatos de nuestro cuerpo una eficiencia física y mental mayor y tener menos
probabilidades de contraer muchas enfermedades” (p. 78). Pese a lo que sugiere dicha
afirmación, la suplementación con omega-3, propugnada por el libro, no ha demostrado
aumentar la eficiencia física3 o mental4,5,6, ni
tampoco ha demostrado un efecto claro sobre la mortalidad total, los eventos
cardiovasculares combinados o el cáncer, tal y como muestra una revisión
sistemática de la literatura recientemente publicada en el British Medical
Journal7
6) Se aconsejan productos dietéticos
a los que se atribuyen propiedades mágicas: “Es recomendable complementar la
dieta con una dosis diaria de 2,5 g de Omega-3 RX, que equivale a una
cucharada de Omega-3 RX ‘EnerZona” líquido […] El Omega-3 RX te ayuda
a alcanzar la Zona, ya que regula la síntesis de los eicosanoides, hormonas reguladoras
de los procesos metabólicos.”
7) Las pautas se basan en
el consumo de productos dietéticos (caros si se comparan con el costo de
obtener lo mismo mediante alimentos), que provienen de la empresa que defiende
el método/dieta: “Planifica la compra. Lo que siempre debes tener en casa: […] Omega-3
RX EnerZona en líquido o en cápsulas; Proteína de soja ‘EnerZona’;
Proteína de suero de leche ‘EnerZona’; Snack ‘EnerZona’ de 1
bloque; Barritas nutritivas ‘EnerZona’ de 2 bloques; Instant Meal ‘EnerZona’”
8) Se incluyen relatos,
historias o testimonios para aportar credibilidad: “Piensa en la historia de
Mary P., cuya capacidad pulmonar era tan reducida que necesitó un doble transplante
para sobrevivir. El año pasado empezó a seguir la dieta de la Zona y ganó una medalla
de oro en una prueba ciclista de 20 kilómetros en los Juegos Mundiales para Transplantados”.
Hay más “Relatos de la Zona” como queda
patente en esta frase: “Espero que algunos de estos relatos ilustren el potencial
de la dieta de la Zona para influir en la salud y el rendimiento”
9) Contiene afirmaciones que
contradicen a colectivos sanitarios de reputación reconocida. Por una parte,
el método propuesto para calcular las recomendaciones de ingesta de proteína en
adultos, niños, atletas o embarazadas,se aleja de las indicaciones de los
expertos. Por otra parte, se defiende el índice glucémico como clave en el
control de peso corporal, cuando no existen evidencias sólidas al respecto,
según un reciente documento editado por la FAO/OMS10 y
una reciente revisión de la literatura al respecto11.
Asimismo, se restringe el acceso a muchas fuentes de hidratos de carbono
(incluyendo a los complejos), culpándolos de la epidemia de obesidad, cuando no
existen evidencias suficientes al respecto, tanto según indica la FAO/OMS10,
como según concluye una revisión de la literatura que analizó 2.609 estudios12 y
como según afirma una reciente revisión sistemática llamada “Influencia del consumo
de pan en el estado ponderal”. Por último, en el libro se declara que la insulinorresistencia
viene determinada por el grupo sanguíneo cuando ningún colectivo sanitario
Toda esta información fue buscada por el grupo de estudiantes que estudia en la florida, en un grado superior
5trainers
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